Los principios que ha definido el Sistema Integrado de Calidad-PCI y que orientan tanto lo que es su diseño de ámbitos, estándares e indicadores, así como los procesos de acompañamiento para incorporar el modelo son los siguientes:
- Orientación a los estudiantes. El trabajo se desarrolla en colegios muy diversos: diferentes contextos, distinta oferta educativa y estilos organizativos, etc. Sin embargo, todos tienen un rasgo en común, el punto de atención está puesto en los estudiantes. Por lo tanto, toda iniciativa que se proyecte en el colegio, tendrá siempre como último fin el mejor y mayor aprendizaje del alumno/alumna.
- Satisfacción de las personas. La satisfacción de todos los integrantes de la comunidad educativa es un resultado y a la vez, condición para la mejora institucional.
- Compromiso. Para que un determinado cambio cale hondo y pase a formar parte de la cultura institucional, es imprescindible contar con el compromiso de todos los actores.
- Negociación y consenso. Se apuesta firmemente a la negociación y a la búsqueda de consensos como mecanismo óptimo para la resolución de conflictos y la toma de decisiones. Para ello, el proyecto brinda técnicas y herramientas específicas que se faciliten dichos procesos.
- Liderazgo compartido. Todo proceso de cambio se sustenta en un liderazgo transformacional que lo impulse, motive y coordine. Por lo cual debe ser apoyado y promovido por el equipo de dirección.
- Evaluación. La evaluación como el principal motor para la mejora en el colegio y, en este sentido, la aplicamos en distintos momentos del proceso. Se trata de impulsar una cultura de evaluación proponiendo herramientas que la consoliden en la práctica.
- Eficacia y resultados. Una de las mayores virtudes de la evaluación, es el ofrecimiento de datos y evidencias que ayudan a objetivar el avance y los logros del colegio en materia de calidad y mejora continua. La eficacia y los resultados van a constituir un referente constante y recurrente a lo largo de todo el proceso de ejecución
- Voluntariedad. Los integrantes de la comunidad educativa que desarrollen el proyecto deben estar convencidos del proceso de evaluación y mejora de la calidad, no pudiendo ser ésta una decisión impuesta.
- Flexibilidad frente a diversas organizaciones y contextos. Se pretende que las herramientas planteadas sean aplicables en diferentes contextos y organizaciones educativas con diferentes características (laicas, religiosas, pequeñas, grandes, de contexto socio cultural crítico, educación formal y no formal).